martes, 26 de diciembre de 2006

Saldo positivo, RH negativo.

Se viene el fin de año, y porsupuesto para no ser menos que todo el resto, me toca hacer el balance e inventario de fin de año.
Trataré de ser breve y conciso, y veremos que sale.

Corría el primero de Enero de (se dice de, no del, Gracias a Mirtha LeGrand por ilustrame al respecto) 2006 y el quinto mosquetero era solo un proyecto de ser en vías de creación, otra persona mientras tanto, comenzaba un año nuevo en trabajo nuevo, en un año que prometía ser próspero y fecundo.
Enero fue un mes de idas y vueltas, un padre y un amigo que partieron para no regresar. Un amigo que vino y volvió a partir. Un sueño que murió y otro que quería surgir.

Febrero: mes intrascendente si los hay salvo por un par de cumpleaños que marcaron historia. Una amiga que reencontré, una vuelta, un corte y una quebrada. El trabajo bien, la casa bien, los chicos... lejos.

Marzo: más vueltas que idas. La familia: desesperación. El corazón: sigue latiendo. Dinero: si ven algo pasenme un poco. Y mientras el alter ego del mosquetero viajaba a otra provincia se instituía en feriado el 24 de marzo, día de la memoria. Curioso, ya que lo único que se pretendió en ese día es borrar parte de esa memoria, y exaltar los ánimos de la gente con la visión parcial de hechos horrorosos sucedidos en nuestro pasado. Nunca más que en ese entonces comprendí cuan poderoso y peligroso puede ser que alguien se instituya como "guardian de la memoria." Pero en otra entrada quizás escriba sobre eso. Vacaciones en familia, mi compañera y yo, una semana, solos en la nada. Lo mejor del año sin dudas

Abril: era en abril el ritmo tibio / de mi chiquito que cantaba / dentro del vientre, un prado en flor /era su lecho y el ombligo y el ombligo / y el ombligo el sol.
2 de abril, feriado nuevamente, pero se pasa a lunes, para que los turistas vengan y los comerciantes vendan. Los veteranos de una guerra cruel e inútil, pierden el reconocimiento que tanto les costó ganar a manos del turista y el fin de semana largo. Primer año que el cumpleaños de mi grupo scout pasa sin que yo asista. Fui a los pases de rama, debo decirlo, pero lo sentí distante.. frío.. ya no era mi lugar. Mis padres cruzan el punto de no retorno en su separación. Adios a la familia, hola a lo que sea que venga. El mosquetero clama por su nacimiento

Mayo: Tres grandes amores cumplen años, madre, compañera y la patria que me vio nacer.
Cosas que pasan, cosas que se festejan, cosas que vienen y van, y va el antigüo contrato del alter-ego del mosquetero.

Junio: mitad de año, contrato nuevo, amigos nuevos, reencuentros, soledades, tristezas y en medio de todo esto desorden, mucho desorden. Menos mal que estás ahí para recoger los pedazos.

Julio: pedacito de SAC acompañado por rumores de vuelta de un amigo. Sigue desfilando la gente que uno quiere, de aquí para allá. Cambio de mando, el mosquetero nace, pero aún no escribe.

Agosto: el mosquetero aprendió a escribir, el alter-ego se manda a guardar. Mas desencuentros. Mas desengaños. Este mes cumple años quien fuera uno de mis amigos más cercanos. Donde estará ahora... quien lo sabe.

Setiembre: el mosquetero cumple años, el otro también. Primavera. Estudios. Sinsabores. Desencuentros varios.

Octubre: voces que se han ido/bajo una misma canción / solo la emoción me mantiene vivo/.
Hitos... uno solo, el terremoto de 7.4 en la escala mercali que sacudió las pocas estructuras familiares que quedaban en pie. Allá fue el resto de la armonía.
El mosquetero grita, el otro llora. Ambos miramos hacia adelante con un signo de pregunta dibujado en la frente.

Noviembre: emprendimientos personales. Ideas, traspasos, confabulaciones, cumpleaños de abuelo. Cumpleaños de uno de mis tantos grandes amores. El que nunca fue... no puedo celebrarlo. No está cerca.

Diciembre: El pide un whisky caballo blanco para empezar / a el los caballos lo ponen siempre sentimental / prende un cigarro y hace un anillo de colección / el humo viaja camino al techo del bar union. Nadie mejor que Salzano para resumir mi estado de ánimo en diciembre. Navidad, navidad, blanca navidad, y todo eso. Melancolía extrema. El año se va y el anuario cada vez está más flojo.

Pero como dice un filósofo moderno de nuestras tierras cordobesas. E lo que hay.

Despues de este anuario 2006, veremos si en el 2007 vuelvo con mis reflexiones sobre la nada.

Por ahora solo quiero desearles un muy feliz año nuevo a todos y que el próximo año, reciban todo aquello que se merecen.

El Quinto Mosquetero.