martes, 26 de diciembre de 2006

Saldo positivo, RH negativo.

Se viene el fin de año, y porsupuesto para no ser menos que todo el resto, me toca hacer el balance e inventario de fin de año.
Trataré de ser breve y conciso, y veremos que sale.

Corría el primero de Enero de (se dice de, no del, Gracias a Mirtha LeGrand por ilustrame al respecto) 2006 y el quinto mosquetero era solo un proyecto de ser en vías de creación, otra persona mientras tanto, comenzaba un año nuevo en trabajo nuevo, en un año que prometía ser próspero y fecundo.
Enero fue un mes de idas y vueltas, un padre y un amigo que partieron para no regresar. Un amigo que vino y volvió a partir. Un sueño que murió y otro que quería surgir.

Febrero: mes intrascendente si los hay salvo por un par de cumpleaños que marcaron historia. Una amiga que reencontré, una vuelta, un corte y una quebrada. El trabajo bien, la casa bien, los chicos... lejos.

Marzo: más vueltas que idas. La familia: desesperación. El corazón: sigue latiendo. Dinero: si ven algo pasenme un poco. Y mientras el alter ego del mosquetero viajaba a otra provincia se instituía en feriado el 24 de marzo, día de la memoria. Curioso, ya que lo único que se pretendió en ese día es borrar parte de esa memoria, y exaltar los ánimos de la gente con la visión parcial de hechos horrorosos sucedidos en nuestro pasado. Nunca más que en ese entonces comprendí cuan poderoso y peligroso puede ser que alguien se instituya como "guardian de la memoria." Pero en otra entrada quizás escriba sobre eso. Vacaciones en familia, mi compañera y yo, una semana, solos en la nada. Lo mejor del año sin dudas

Abril: era en abril el ritmo tibio / de mi chiquito que cantaba / dentro del vientre, un prado en flor /era su lecho y el ombligo y el ombligo / y el ombligo el sol.
2 de abril, feriado nuevamente, pero se pasa a lunes, para que los turistas vengan y los comerciantes vendan. Los veteranos de una guerra cruel e inútil, pierden el reconocimiento que tanto les costó ganar a manos del turista y el fin de semana largo. Primer año que el cumpleaños de mi grupo scout pasa sin que yo asista. Fui a los pases de rama, debo decirlo, pero lo sentí distante.. frío.. ya no era mi lugar. Mis padres cruzan el punto de no retorno en su separación. Adios a la familia, hola a lo que sea que venga. El mosquetero clama por su nacimiento

Mayo: Tres grandes amores cumplen años, madre, compañera y la patria que me vio nacer.
Cosas que pasan, cosas que se festejan, cosas que vienen y van, y va el antigüo contrato del alter-ego del mosquetero.

Junio: mitad de año, contrato nuevo, amigos nuevos, reencuentros, soledades, tristezas y en medio de todo esto desorden, mucho desorden. Menos mal que estás ahí para recoger los pedazos.

Julio: pedacito de SAC acompañado por rumores de vuelta de un amigo. Sigue desfilando la gente que uno quiere, de aquí para allá. Cambio de mando, el mosquetero nace, pero aún no escribe.

Agosto: el mosquetero aprendió a escribir, el alter-ego se manda a guardar. Mas desencuentros. Mas desengaños. Este mes cumple años quien fuera uno de mis amigos más cercanos. Donde estará ahora... quien lo sabe.

Setiembre: el mosquetero cumple años, el otro también. Primavera. Estudios. Sinsabores. Desencuentros varios.

Octubre: voces que se han ido/bajo una misma canción / solo la emoción me mantiene vivo/.
Hitos... uno solo, el terremoto de 7.4 en la escala mercali que sacudió las pocas estructuras familiares que quedaban en pie. Allá fue el resto de la armonía.
El mosquetero grita, el otro llora. Ambos miramos hacia adelante con un signo de pregunta dibujado en la frente.

Noviembre: emprendimientos personales. Ideas, traspasos, confabulaciones, cumpleaños de abuelo. Cumpleaños de uno de mis tantos grandes amores. El que nunca fue... no puedo celebrarlo. No está cerca.

Diciembre: El pide un whisky caballo blanco para empezar / a el los caballos lo ponen siempre sentimental / prende un cigarro y hace un anillo de colección / el humo viaja camino al techo del bar union. Nadie mejor que Salzano para resumir mi estado de ánimo en diciembre. Navidad, navidad, blanca navidad, y todo eso. Melancolía extrema. El año se va y el anuario cada vez está más flojo.

Pero como dice un filósofo moderno de nuestras tierras cordobesas. E lo que hay.

Despues de este anuario 2006, veremos si en el 2007 vuelvo con mis reflexiones sobre la nada.

Por ahora solo quiero desearles un muy feliz año nuevo a todos y que el próximo año, reciban todo aquello que se merecen.

El Quinto Mosquetero.

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Navidad Navidad Importada Navidad

Bueno, de nuevo estoy de vuelta despues de larga ausencia.
Pero como no prometí continuidad no estoy en deuda.
Veo que tengo una lectora wow! o al menos una que se animó a dejar un comentario.
La verdad me siento muy emocionado, que lindo regalito de navidad es descubrir que alguien que no conoces lee lo que escribís.
Gracias, de todo corazón, muchas gracias.

Luego de este pequeño copete vamos a lo que queria decir hoy...
Ya se acerca noche buena,
ya se viene navidad
y a este papa noel importado
te lo regala tu papá.

Y si, la navidad es una de las festividades que se suma a la larga ristra de festividades importadas al gringo, junto al haloween, el san valentin y el san patricio.
Si si porque la navidad de hoy nada tiene que ver con la navidad de antaño.
Antes el niñito dios venía a dejarnos los regalos mientras la abuela nos distraía y nuestros padres nos ponían los paquetitos bajo el arbol.
La gran cena de navidad reunía a toda la familia y cocinaban desde la abuela hasta la tía pasando por la vieja y el primo. Todos traían algo, y nada de comprar en la rotiseria.
Ahora bueno, la "pata" delivery suplantó al pionono de la nona, y porsupuesto, el maniático gordo cocacolero vestido de rojo de las películas yankis le pateó el asado al niñito dios.
Ahora hay que colgar unos calcetines en la chimenea y esperar que el gordito baje por la misma para dejarnos los regalos.
Claro, que si uno no tiene chimenea en la casa entonces.. bueno entonces no existís gil de cuarta.
Que norteamericano standard no tiene un hogar en su casa, bueno pero soy argentino.
Y bueno sudaquita de cuarta, jodasé por importar fiestas y tradiciones. Vuelva a su niñito dios que no pedía requeirimientos de edificación y entraba por donde sea que hubiera una puerta abierta.
Que dejaba regalos sin importar que uno tuviera o no tuviera medias, o si usara zapatos, y que por sobre todas las cosas no se vendió a la gaseosa más popular del mundo por dos morlacos.

Quiero una navidad como las de antes.. sin marmotas sentados en la falda de un papa noél bajo un enorme árbol pidiendole al viejo de los renos que le traiga un tren eléctrico.
Por dios, recordemos que la navidad, es el recordatorio del nacimiento de un flaco de pelo largo y barba desalineada, que hijo de dios o no (muchos dicen que si, muchos dicen que no y no es mi intención polemizar sobre dogmas de fe), tuvo las pelotas de decirle al mundo, "existe otra realidad distinta a la que conocen" y tantas bolas tuvo que no necesitó una ametralladora, matar gente, revoluciones libertadoras ni nada para moverle la cabeza a muchos, y tantas bolas tuvo que cuando tuvo que ponerlas sobre la mesa las puso, y dijo.. si soy yo el que dice que la realidad puede cambiar, y cuando le dijeron, a callarse o a morir, dijo.. a morir entonces, pero renegar a mis ideales jamás.
Jamás intentó imponer por la fuerza sus ideas, jamás denigró a quien no compartía su credo, jamás mató a quien se oponía a su régimen. Predicó con el ejemplo, y hoy nisiquiera esta en el top 10 de caras estampadas en remeras, mientras si figura gente que hizo todo lo contrario y hoy son heroes de la revolución libertadora, pero a lo que iba, en la navidad recordamos el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo para los católicos, de Jesús el Profeta, amigo de Mahoma para los Musulmanes, del Flaco, como lo llamamos cariñosamente algunos, a riesgo de que se moleste por nuestro trato tan informal, aunque siendo como relatan los cronistas que era, lo más probable es que le hubiera agradado más el título de flaco que el de Nuestro Señor Jesucristo.
No perdamos de vista esto, es el día de él, no del gordo de la coca , pesonaje inventado por un dibujante que fuera comprado por la compañía de las gaseosas, cambiando su atuendo verde esperanza por rojo y blanco gaseosa cola.
Y seas cristiano, católico, budista zen, ateo, acróstico, agnóstico, gilóstico, o rebelde sin pausa, lo que hay que reconocer es que en la navidad... debieramos acordarnos del hombre, dios, hijo de dios, o lo que sea que haya sido el flaco Jesús, uno que se jugó todo por lo que creía, y que, sea yo católico o no lo sea, (que lo soy al menos en los papeles), merece todo mi respeto y admiración.

Quiero mis navidades de antes..
quiero mi niñito dios trayendome regalos.
Quiero a mi abuela y a mi vieja concinando y a todos cenando juntos
Y no quiero mas fiestas importadas.
Basta por Dios.
Basta de imponerme culturas que no tienen nada que ver con la mía.
Soy Argentino, Hecho en Argentina!
SOMOS INDUSTRIA ARGENTINA
NO HAY LUGAR A DISCUSION (Adrian Maggi)

martes, 5 de diciembre de 2006

¿Quien Quiere ser Millonario?

Hoy llueve en la ciudad, y la lluvia llama a la reflexión.
El tema que acude a mi mente ahora, tiene que ver en parte con el título y en parte con una situación que me aconteció en un futuro no muy remoto.
Me encontraba sentado, en un salón, el traje me resultaba incómodo, el calor era agobiante y la humedad insoportable, el nudo de la corbata me oprimía la garganta. La silla no era cómoda precisamente y la situación tampoco, en algunos minutos me iban a entregar un trozo de papel que decía que había concluído mis estudios y que podía agregar una partícula delante de mi nombre, que a título personal poco me servía, pero que parece que para conseguir trabajo ayuda mucho.
Bien, comienzan presentando a los abanderados de la institución, dos compañeros con los que compartí algunos semestres, y mientras tanto hojeo el programa, para ver que iban a entregar además de los certificados, la medalla de oro al mejor promedio.
Aquí viene lo curioso, los dos abanderados, y presumiblemente cualquiera de los que obtubieran la medalla de oro al mejor promedio, que yo ya presuponía podría ser el que portaba nuestra enseña, o quizás yo, que estaba seguro de tener mejor promedio general que el abanderado, pero no así en los TP a los cuales siempre había encontrado una excusa para faltar y/o entregar tarde. Recuerdo como entonces mi mente comenzó a volar, tal cual como lo está haciendo ahora, ya que yo era muy conciente que tanto los dos abanderados, como yo, como la mitad de la promoción, habíamos hecho trampa.
¡Horror!
Si, horror, habíamos hecho trampa, fuimos a rendir los exámenes con las pregutnas aprendidas.
Tal como lo leen, no hay errores, ni mucho menos, alguno de nosotros, no importa quién, conocía a un profesor del instituto que le había suministrado los exámenes resueltos.
En aquel momento nunca me puse a pensar en ésto, ya que solo quería terminar la carrera, y mi trabajo no me dejaba estudiar lo suficiente, lo cual no es excusa para haber hecho trampas, pero ya no se puede volver atrás, y si se pudiera, soy un total convencido de que haría lo mismo, pero eso es una entrada para otro libro.
Y aquí viene entonces, la pregunta del millón. La pregunta del millón que me hice en ese momento y que les hago a ustedes, lectores que vinieron hasta aquí a pesar de todas las advertencias que se les realizaran...
Sin comodin, sin llamada telefónica, sin voto de la gente, y respuesta final.
Si hubiesen ganado la medalla de oro al mejor promedio.... estando en mi situación, o la de los dos abanderados.... ¿Hubieran devuelto la medalla diciendo que no la merecían?
Pues bien, esa pregunta dio vueltas por mi cabeza durante toda la colación de grado.
¿Y si me llaman?, ¿Y si la gané yo?.
Que hacer.
Que decir.
Mi conciencia me decía, subís al escenario, tomás el micrófono y pronuncias un emotivo discurso del tipo "El objetivo de un premio ante todo es el reconocer más allá de la excelencia académica, el mérito y el esfuerzo, y yo no cumplo con ninguno de los dos requisitos, no tiene ningún mérito obtener el mejor promedio conociendo las respuestas de antemano, este premio no es para mi, no lo merezco, no lo quiero, y se los devuelvo, junto con mi diploma, que no merezco".
Otra decía, aceptá, que las alabanzas de tus familiares y amigos lavarán tu conciencia y luego ya ni te acordarás de tal hecho, aunque cuando pensaba en esto sentía una angustia tremenda.
Y una tercera parte dentro de mí, buscaba conciliar ambas posiciones... "subís al estrado, recibís la medalla, y luego decís un discurso del tipo: El mérito y la excelencia no se logran solo, una sola persona no se distingue ni se destaca si no cuenta con excelentes profesores y un grupo de compañeros de gran integridad, solvencia y excelencia, por lo que esta medalla no es mía, no merezco que se me distinga por sobre tan excelente grupo de estudio, y así como me tocó ser a mi, pudo ser cualquiera de nosotros, por lo que me parece más justo, si las autoridades me lo permiten, el compartir esta medalla con todos mis compañeros de promoción, ya que todos juntos hicimos posible lograr este sueño."
Me deleitaba con estas opciones, la conciliadora, digo lo que quiero decir, no me expongo, quedo como un duque, y soy honesto conmigo mismo, en parte, o "desde cierto punto de vista".
O la cruda opción de, me inmolo ante el resto, muestro mis valores, les escupo mi honestidad y mi arrepentimiento y luego quizás hasta sea mejor así....
Cuando en medio de estas divagaciones, escucho lejano, como traido por el viento, el nombre del abanderado, unido al de la medalla de oro.
Me quedé fijamente, mirándole, esperando ver que hacía, el muchacho avanzó ráudamente hacia el personaje que le ofrecía la medalla, la tomó, le dio la mano, y volvió a su sitio.
Tan rápido, sin culpa, sin prisa y sin pausa. No se le movió un pelo de la cara, y el sabía, al igual que yo, y al igual que todos, como había alcanzado ese promedio.
Pues bien amigos, la respuesta del millon, que nada tiene que ver con la pregunta, y que aprendí aquel día es que el mundo no está hecho para la gente honesta, muy posiblemente si me hubieran otorgado la medalla, la hubiera devuelto, y hubiera pronunciado el discurso de la opción A, y luego hubiera sido el mismo tipo de siempre, al que nadie hubiera reconocido, pero por otro lado tampoco soy honesto, puesto que acepté el diploma, cuando debí devolverlo igual, medalla o no medalla, porque la trampa existió.
La única diferencia entre los que triunfan en la vida, y la gente como yo, es que la gente como yo, se detiene a pensar en lo que hizo, y siente remordimientos por haber actuado de esta forma. Los verdaderos triunfadores, no se detienen ante nada, y mucho menos antes estas nimiedades como la conciencia, y los escrúpulos.
Pero esto también es tema para otro libro.


lunes, 4 de diciembre de 2006

Lo Insoportable de la Levedad del Ser

El sabado pasado, una pregunta me llevó a reflexionar sobre la respuesta que casi sin pensar dí al que me lo consultó.
Un profesor en un examen oral me preguntó lo siguiente: ¿Cree usted que es difícil para un adolescente hacerse entender por los adultos?.
Mi respuesta instintiva fue: En estos tiempos que corren, en lo absoluto, en nuestras épocas si, puesto que los adultos eran "los adultos".

Y aquí es donde comienzo a explicar lo que no pude acotar en una respuesta corta, dada en un exámen de dicción en un idioma extranjero, que requería rapidez y buen uso del idioma, antes que filosofía barata y zapatos de goma.

"Los adultos eran los adultos" y ellos mismos marcaban las diferencias, aquí estoy yo, soy el mayor, soy tu padre, tu maestro, tu abuelo, tu madre, tu maestra, tu tutora, tu preceptora. Tengo muchos años más que vos, he vivido más que vos, y estoy acá para guiarte, enseñarte y tratar de darte las armas para sobrevivir. Pero soy adulto, vos sos un niño, y entre nosotros hay brechas que vos vas a tener que sortear mientras te convertís en adulto, mientras crecés, mientras vas paulatinamente pasando a ser uno de nosotros. Mientras tanto, mantén tu lugar niño.
Por otro lado nosotros, los niños del ayer, mirábamos a los adultos con gran respeto, admiración y sí, en algunos casos temor, no lo voy a negar, "...me llamó la directora, que habré hecho", o nuestro padre nos retaba, temblaban las piernas del cagazo, por más que nuestro padre fuera más bueno que la avena quaker y jamás nos hubiera puesto una mano encima, ni que hablar si el abuelo miraba severamente cuando estabamos metiendo el dedo en la crema de la torta... no bastaba mas para que pero decía, los mirabamos con respeto, eran nuestros ejemplos... todos queríamos ser como nuestros padres, o nuestros abuelos.
Hoy en día los adultos, quienes antes nos marcaban esa diferencia, yo adulto, tu niño, hoy están tan empeñados en saltar esa brecha que la diferencia casi no se nota... Hoy en día un adulto en lugar de decir, yo soy adulto, vos sos un niño, piensa... ehh no soy más vieja que mi hija de quince años, todavía puedo ser como ella, una cirugía acá, un retoque allá, me inyecto mierda de rata con botulismo en la cara, un poco de Aloe Vera, el Dr. Motura, el Santo Colágeno y Elastina y voilá... quince de nuevo.
El señor de 50 pidiendole prestada la moto al nene de 20 para salir a bailar con una pendeja de 18.
La señora de cuarenta y tantos encima, que deja huellas por donde camina que la hacen dueña de cualquier lugar, bailando desenfrenada, vestida con un top que apenas oculta sus bondades hechas en la mejor silicona que pudo comprar la visa gold de su marido, luciendo una piel bronceada, con ese tono inconfundible que te da el haber pasado horas, días, años, asandote vuelta y vuelta en una cama solar, una panza chata a fuerza de pilates, dieta de la luna, dieta del sol, dieta del cavernícola, dieta del primo del tío del segundo hermano del mejor amigo de la novia del tipo que pisó la luna, y una que otra lipoaspiración, y una micromini que lo único que deja librado a la imaginación es si sus bellos ojos color miel serán realmente suyos o se los habrá comprado a buen precio a don Pupilent Soler, se da vuelta para pedir un trago al barman y su mirada se cruza con la mirada a su hija de 17 quien, siguiendo el ejemplo de su madre, ya tiene dos operaciones de implantes de siliconas, el que pidió de regalo para su cumpleaños de 15, claro, si mamá se hace un retoque cada 3 meses como yo no puedo pedir las lolas para los 15, un retoque a los 16, porque estaban demasiado redondas, y una lipo que se hizo el mes pasado porque le estaban saliendo "rollitos". La nena, decía, está aferrada a un musculoso sujeto con el cual se besan apasionadamente, mientras su mejor amiga (la de ella), les saca fotos con su celular de última generación, luego cambian de roles, su amiga besa al musculoso sujeto mientras la nena saca las fotos, y luego cambian de nuevo y el musculoso sujeto agarra el teléfono, relamiéndose por la "fiestita" que tendrá esta noche.
Luego los piscolocos, los piscopedagogos y todos estos señores que se tiñen para ocultar las canas, y señoras que como Manuelita la Tortuga van a la tintorería de París para que las planchen en francés del derecho y del revés, estos señores que se matan en un gimnasio y toman cuanta pastilla le ofrezcan y usan fajas y compran boludeces en "la ganga" para marcar sus abdominales, pues bueno estos señores y señoras, se llenan la boca de "lo perdida que está la juventud".
Si me preguntan que tipo de adulto quiero ser, quiero ser el adulto que fue mi padre, antes de quedar atrapado en el glamour de su puesto, el hombre que fue hasta que se convirtió en un empresario con todas las de la ley y comenzó a ganar más plata que la que podía gastar, y quedó prendido en la vorágine del consumismo idiota, del verse bien, del que un saco de 5000 pesos es mas lindo que el que me gusta que vale 200, solo porque la etiqueta dice Giorgio Armani en vez de Juan Pistola.
Quiero ser el hombre que fue mi padre cuando me crió, cuando todavia era un adulto como dios manda... Quiero ser el hombre que hoy es mi abuelo, y que siempre fue, el laburante que iba a tres laburos en bicicleta para poder mantener a su familia. Quiero ser el hombre que fue mi otro abuelo al que lamentablemente no pude conocer porque una enfermedad lo alejó de nosotros mucho antes de que la parca se lo llevara. Quero ser el adulto que fue mi madre, antes que la depresión post divorcio la llevara a convertirse en el estereotipo de la tipica madre judía que usan los humoristas como recurso, la que era cuando eramos niños, feliz, contenta, alegre de vivir, la que nos hacía cañoncitos de dulce de leche los días de lluvia, la que amasaba hojaldre y hacía dulce de leche casero y de paso nos enseñaba a vivir, quiero ser tan adulto como lo es mi abuela, que sufrió mucho y sin embargo se levantó y siguió peleando y hoy a los ochentaytantos la sigue peleando como el primer día, y que jamás se hizo una lipo, y que nunca se sacó años, y que orgullosa levanta la cabeza y dice, tengo ochenta y cuatro, y bien que los llevo y tan bien que agradezco el haberlos vivido.
Quiero ser como ellos, quiero que alguna vez, si tengo hijos, ellos sepan que yo soy un adulto, y ellos son niños, y que hay una brecha entre nosotros que van a poder salvar y sortear cuando ellos paulatinamente se vayan convirtiendo en adultos, y que mientras tanto, cada cual tenga su lugar, su rol, su tarea...
Ellos la de jugar a ser niños, la de disfrutar y crecer, sin quemar etapas, y nosotros la de ser sus ejemplos, sus guias, sus modelos a seguir, pero salvando las distancias... ellos como niños o jóvenes, y nosotros como adultos.

lunes, 13 de noviembre de 2006

Una historia de vida

Más que de vida, de mujeres, o de fracasos, puesto que despues de tanto tiempo, he notado que solo puedo entablar fracasos con las mujeres.
Muchos se acercan a una señorita con la esperanza de conformar una pareja, de conformar una familia, o de simplemente conformar una sociedad de hecho con el solo propósito de pasar una noche de hotel, o de apartamento, o de "de dorapa atrás de la medianera del baldío".
En mi caso, ni lo uno, ni lo otro, ni lo de más allá, simplemente, se en lo más profundo de mi ser, que solo me acerco a una señorita, para iniciar otro fracaso, para anotar una nueva entrada a la larga lista de las minas que me patearon, por tal o cual razón, porque vamos, uno no termina una relación, ellas la terminan.
Vamos, que hombre en su sano juicio terminaría una relación que le proporciona unos brazos cálidos, unos mimos espontáneos y un refugio seguro, (más allá de lo bajo y lo chabacano, que también es proporcionado obviamente).
Uno no mata a la gallina de los huevos de oro porque se haya echo pisar por otro gallo.
Me dirán ahora los hombres machos de voz viril y con pelos en el pecho.. "UNO NO NECESITA DE ESAS COSAS", pero yo, hombre sensible si los hay les respondo.. PATRAÑAS.
Como bien dijera don Martin Fierro (el gaucho, no el premio), uno siempre necesita un buen palenque pa' rascarse.
Pero todo esto venía al tema del fracaso, y si, no se porque hados del destino siempre mis relaciones terminaron en forma catastrófica, tanto así que ahora, cada vez que veo a aquella señorita que exita mis sentidos (en el buen sentido...) (y en el otro también), directamente me presento como aquel a quién dentro de cinco minutos vas a estar pidiendole a gritos que se vaya. Y saben que, rara vez me equivoco, algunas aguantan algo más, incluso hasta sonríen cuando les digo esto, muchas incluso me invitan a sentarme con ellas, y hasta compartimos unos tragos, con unas pocas, hasta nos hemos retirado juntos a lugares más discretos y menos recatados... una vez con una hasta nos volvimos a ver, pero tarde o temprano, indefectiblemente, el fracaso golpeó a mi puerta.
La mayoría de las veces instantáneamente, con algunas otras, luego de la segunda copa, con unas pocas, al acabarse el turno en el lugar discreto y poco recatado.
Con una de ellas, el fracaso aún no ha llegado, pero desde hace cuatro años, que lo espero, ya que estoy seguro, que en algún momento, algún día, a alguna hora, vendrá a golpear mi puerta, como un viejo amigo que regresa después de larga asuencia. Y otra vez, comenzaremos de nuevo, nuestras interminables rondas de bar, en busca de una nueva ocasión de volvernos a ver.

viernes, 25 de agosto de 2006

Horror

Harto ya de ver siempre la misma noticia con distintos actores, apagué el tele y me puse a acomodar la biblioteca, al sacar unos libros cayó al suelo un viejo y gordo álbum de fotos familiar, al abrirlo, encontré una foto de mi hermana, a los cinco años, completamente desnuda en el patio de casa, sosteniendo un tarro de pintura negra y un pincel.
Horrorizado pensé ¡¡OH DIOS!! ¡¡MI VIEJO ES UN PEDERASTA!!, después, mi memoria comenzó a funcionar y recordé haber sido yo, que por ese entonces tenía ocho o nueve años el que había tomado esa foto, y más horrorizado aún pensé, ¡¡OH DIOS!! ¡¡YO SOY UN PEDERASTA!!.
Cerré con temor el álbum y lo guardé en el sitio más oculto y olvidado de mi biblioteca, ya que allí se escondía mi secreto. A los 8 años me había convertido en un pederasta que tomaba fotos a una niña de cinco desnuda.
Esa noche, me soñé que me casaba con Nicole Neumann y durante toda la noche de bodas, la muy perra lo único que hacía era cantarme al oído "Dejame soñar... a tu lado."
A la mañana siguiente, me desperté reconfortado, al descubrir que hay cosas muchísimo peores, que descubrir a los 30, que uno es un pederasta en potencia desde los 8.

jueves, 24 de agosto de 2006

Plantar un Hijo

Y sí.. ahora soy uno mas de los miles que a fuerza de no saber que hacer en su tiempo libre, escriben cualquier cosa en un blog.
Esto no aspira a nada, no quiere ser nada, y no va a brindar nada, asi que si esperan algo, sean libres de sentirse defraudados de entrada, y si no esperan nada, también serán defraudados, eso se los garantizo.
NO habrá publicaciones regulares, no habrá un hilo conductor, no habrá nisiquiera sentido en las cosas que escriba, es solo sacarme la leche de escirbir giladas, de opinar sobre todo, y de tener un blog...
Mi abuelo un anciano laburante de 81 años ya decía que para realizarse había que hacer algo así como escribir un árbol, plantar un hijo y tener un libro, bueno el arbol lo escribi a los 8 un corazón tallado que decía Sofi y Yo en "el árbol" de la "plazoleta del fondo", el hijo no lo planté tdavía pero no faltarán oportunidades, y en cuanto a tener un libro, bueno tengo unos cuantos, el primero recuerdo fue un "estrella del saber" de la editorial Sigmar, una colección de libros para niños en donde había cien preguntas y las respuestas a estas 100 preguntas dadas por vaya a saber quien o quiénes. Solo recuerdo de ese libro, que tenia una ilustración de un depósito de chatarra, y que gracias a ésto y a que por meses torturé a mis compañeros del transporte escolar que me llevaba a mi cita con la cultura (primer grado de una escuela de un barrio tan alejado del centro de la ciudad que ni siquiera estaba considerado como parte de la misma) con la susodicha ilustración del antedicho depósito de chatarra, me gané mi primer mote, justamente "chatarra" por el que fui conocido los siguientes tres años de mi vida.
A que viene esto.. ahh si.. pienso reemplazar el plantar el hijo por el escribir un blog, que cuesta menos de mantener y no requiere de ninguna responsabilidad.